Habíamos aprendido que las mariposas no volaban ni comían, pero sí andaban y movían las alas. Nos quedaba una cosa más que aprender de ellas y poco después lo vimos: las mariposas empezaron a poner huevecillos muy pequeños por todas partes. ¡¡¡Había muchísimos!!!
Vimos que cuando los ponían eran de color amarillo clarito pero después cambiaban de color y se ponían marrones o grises. Y las mariposas que ya habían puesto sus huevos se morían... así que teníamos que quitarlas de la caja. ¿¿¿Y para qué servirían esos huevos??? Todos lo supieron enseguida: ¡¡¡para que salieran nuevos gusanos!!!. Pero para eso tendremos que esperar a la próxima primavera.
Todo esto quedó registrado en la penúltima página de nuestro libro:
Y Alicia también nos trajo a sus mariposas que habían puesto muchos huevos al igual que las nuestras, para que pasaran un día con nosotros en la clase:
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