Nuestros gusanos siguieron comiendo y creciendo sin parar hasta que un lunes, al llegar al cole después del fin de semana, nos encontramos una sorpresa: ¡¡¡un gusano estaba tejiendo un capullo!!!
Vimos que el gusano "echaba" hilo y con él iba tejiendo en una esquina de la caja. Al poco tiempo ya lo tenía terminado y era de color AMARILLO.
En poco tiempo, otros gusanos hicieron lo mismo y la caja empezó a llenarse de capullos. Así que les pusimos túneles de cartón para que tuvieran más rincones donde hacerlos, y algunos se metieron dentro para construir el suyo.
Cogimos un poco de hilo de seda y vimos que era muuuuy suave. Era muy parecido al hilo de coser y la seño les contó que con ese hilo también se hacía tela y ropa de seda.
También observamos un capullo que casi estaba terminado, y vimos como el gusano se quedaba dentro de él. Pronto nos quedaríamos sin gusanos porque cada gusano se quedaba dentro de su capullo y ya no podríamos verlos.
Y cogimos un capullo terminado, con muchíiiisimo cuidado de no apretarlo para no romperlo ni hacerle daño al gusanito que había dentro. Lo estuvimos tocando y observando en nuestras manos, y comprobamos que era suave y blandito.
Ya podían completar la siguiente página del libro donde recogerían todo lo aprendido. En esta ocasión pegaron hilo amarillo y colorearon un capullo también amarillo.
Y así quedaron todas:
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