El pasado día 10 de septiembre llegaron por primera vez al cole los niños y niñas de tres añitos. La seño Judit les estaba esperando con muchas ganas de conocerlos, por eso convirtió con cariño la entrada de clase en un ¡¡¡¡ENORME CASTILLO!!!!
A todos y todas les encantó, pero aun así fue un día muy duro en el que los llantos se contagiaron de unos a otros a gran velocidad. Se encontraban en un lugar desconocido, con una seño extraña y sin sus papás y mamás...
A todos y todas les encantó, pero aun así fue un día muy duro en el que los llantos se contagiaron de unos a otros a gran velocidad. Se encontraban en un lugar desconocido, con una seño extraña y sin sus papás y mamás...
Pero poquito a poco se han ido adaptando y ya han pasado más de dos semanas. En este corto tiempo han avanzado mucho y la seño Judit está muy contenta con ellos. Ya casi todos entran sin llorar, saben colgar las mochilas y chaquetas en su percha cuando llegan al cole, se sientan en la alfombra (aunque se mueven muuuuucho), reconocen sus equipos y sitios para sentarse (aunque alguno a veces se hace el olvidadizo), guardan los trabajos en sus casilleros, van al baño solitos y solitas, hacen el tren estupendamente, cantan las canciones que la seño les enseña, recogen los juguetes después de jugar y un montón de cosas más. Aún les quedan miles de cosas por aprender, pero el curso no ha hecho nada más que empezar y nos espera un largo camino en el que esperamos disfrutar muchísimo.